
Durante años como cualquier otro diseñador, he renegado en múltiples ocasiones y contextos sobre Canva. Lo mismo cuando empezó todo el tema de la inteligencia artificial generativa y no porque sienta amenazado mi trabajo sino que, de cierta forma devalúan lo que cuesta el diseño, pero esa es discusión para otro día. Durante años han existido memes donde se hace burla de cómo Canva siempre ha intendado «pertenecer» a las aplicaciones que se consideran de diseño, pero como dicen, quien ríe al último, ríe mejor. Ya veremos por qué, solo un poco de contexto.

Para todos es sabido el monopolio que ejerce Adobe en términos de software y herramientas para la industria creativa, sin embargo, la empresa británica Serif Europe Ltd. decidió hacerle frente con un modelo (que Adobe abandonó) lanzando la Affinity Suite siendo de pago único. Esta suite se conformaba por Affinity Designer (2014), Affinity Photo (2015) y Affinity Publisher (2019), como alternativas a Illustrator, Photoshop e InDesign respectivamente. Al ser desarrollados desde cero empleando tecnologías modernas, hizo que la suite no solo fuera más ligera en consumo de recursos sino que más eficiente y estable en diversos entornos, además de su compatibilidad casi perfecta con las extensiones de archivo de Adobe (AI, PSD, PDF, SVG y EPS).
Canva y Serif Europe
Si bien la suite de Affinity es una buena alternativa, es difícil competirle a un gigante como lo es Adobe, sin embargo el potencial latente está ahí y Canva también. En marzo de 2024 se anunció que Canva Pty Ltd. adquiría Serif Europe Ltd. junto a la suite de diseño Affinity, esto supuso un movimiento interesante porque ahora Canva sí puede considerarse una aplicación de diseño en toda la extensión de la palabra al ser dueños de la suite.

Al igual que Adobe, la suite de Affinity funciona de manera similar en lo que a flujo de trabajo se refiere, un programa para vectores, uno para pixeles y uno para diagramación editorial. En la versión 3 de Affinity lanzada ahora por Canva la semana pasada (octubre 2025), ha habido una reestructuración completa, ya que Canva unificó los tres programas en uno solo llamado Affinity así, a secas. Todos los proyectos se manejarán desde un solo archivo pudiendo cambiar de enfoque sin salir de la aplicación. De esta forma podemos empezar a retocar una fotografía usando el Pixel Studio (Affinity Photo) y si necesitamos vectores, cambiamos de pestaña pasando al Vector Studio (Affinity Designer) sin salir ni cerrar el archivo o programa. Esto rompe por completo la lógica en el flujo de trabajo al que estamos acostumbrados con Adobe.
Gratis, pero...

Si bien el nuevo Affinity es 100% gratuito sin limitaciones, lo cierto es que sí existe una suscripción de pago como era de esperar, aunque no es tan malo. El núcleo de la aplicación, Affinity es totalmente gratuito para todos los usuarios, sin restricciones ni límites, ya que todas las funciones y herramientas que existían por separado en la suite anterior (la versión 2) seguirán totalmente disponibles. Lo que entra en el modelo de suscripción de pago son las funciones avanzadas de inteligencia artificial propias de Canva así como otras funciones de la app que se han integrado en Affinity.
Si bien esto podría suponer un impedimento, lo cierto es que el precio es mucho más asequible que el precio de Creative Cloud, costando Canva Pro 6.50 USD/mes frente a los 52.99 USD/mes de Adobe, una diferencia de 46 USD en costo de suscripción por persona. Bastante atractivo si me lo preguntan sobre todo, considerando que por años renegué de Canva, creo que con esto ya no tengo mayor argumentos para ello. Ciertamente será difícil dejar de utilizar Creative Cloud, durante décadas muchos flujos de trabajo se han construido íntegramente sobre el flujo de trabajo de Adobe pero con el tiempo y el alcance de Canva, creo que Affinity sí logrará convertirse en un contendiente serio para el monopolio de Adobe.