Bodegones everywhere, ¿fotografía real o modelado?

Bodegones en publicaciones gráficas, ¿fotografía real o modelado en 3D?
Los bodegones son algo tan común en piezas de comunicación gráfica que a veces ignoramos su existencia aunque los estemos viendo.
¿Bodegón, qué es eso? No son otra cosa que ese escenario, fondo, composición o cómo quieras llamarle que tiene una pieza publicitaria. La mayoría de estas piezas son generalmente de productos u objetos.
Ahora que ya saben que son, les planteo una pregunta. ¿Cuántos de esos bodegones son fotografías reales y cuántos son un modelado 3D?
No se puede determinar a ciencia cierta, pero sí intuir en algunas campañas. Ahorita, repasaremos algunos aspectos positivos y negativos de cada uno y sus diferentes aplicaciones.
Dependiendo el tipo de producto, aplicación gráfica y objetivo se puede usar un tipo u otro. Otros factores como presupuesto y tiempo también influyen.
Fotografías reales con objetos, luces y producción reales.

La fotografía de producto es una área dentro de la fotografía comercial y pues consiste básicamente en lo que su nombre indica, fotografiar cosas. Lo cual no es tan sencillo.
Entre las ventajas que esta forma nos ofrece están: el control total en tiempo real de la producción, menor tiempo de edición y mayor calidad en tema de imagen. También la libertad de improvisar en caso fuera necesario.
Entre sus desventajas, podría mencionarse: la poca flexibilidad del bodegón como tal al querer modificarlo, poca capacidad de modificar algo en la fotografía durante la post-producción. Claro, depende de la foto, no es imposible pero siempre es mejor intervenir lo menos posible.
Fotomontajes con fotografías reales y objetos modelados en 3D.

Hace un tiempo, les compartimos un tutorial de Marco Creativo donde nos muestra una solución rápida con C4D y Photoshop. A veces por falta de recursos y tiempo esta solución es la mejor. También hasta cierto punto una forma más flexible de hacerlo.
Algunas ventajas de esta modalidad son las siguientes: libertad en la forma y materiales para cada bodegón, rapidez de producción, flexibilidad al momento de hacer modificaciones y a veces, menor impacto en el presupuesto.
Algunas desventajas podrían ser: requerir más precisión en la toma de la fotografía real para que se adecue al formato del bodegón y mayor trabajo de edición.
Como ven, ambas tienen puntos fuertes y débiles. Cada forma de hacer las cosas depende y se ajusta a cada tipo de proyecto, ninguna es mejor que la otra. Espero les haya gustado, hasta el próximo artículo.