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Tips rápidos para un portafolio de éxito

Con estos tips podrás mejorar la estructura, contenido y distribución de tu portafolio

Si estamos empezando o si ya tenemos experiencia y trayectoria, llega el momento en que necesitamos tener nuestro portafolio y hacerlo puede ser una tarea algo tediosa.

En este artículo veremos algunos tips de como debemos elegir y clasificar nuestros trabajos, que debemos y que no agregar entre otras cosas.

Cabe resaltar que no hablaré sobre como diseñarlo ya que asumo que tienes la noción de cómo lo harás.

Sin más preámbulos, veamos estos rápidos, sencillos pero efectivos tips para mejorar nuestro portafolio.

Brevedad. El tiempo no es dinero pero la brevedad sí

Hay una frase que dice que “el tiempo es oro” o “el tiempo es dinero”. La verdad, el tiempo es tiempo, es infinito y lo será siempre pero, la brevedad en la ejecución de lo que estamos realizando sí es dinero.

Vayamos por partes, la información. En tu portafolio debes incluir sólo la información relevante para tu cliente, ¿o sea? Datos de contacto como correo, web o móvil. Áreas de trabajo y unos dos o tres skills.

Con respecto al trabajo a mostrar, deben ser tus mejores trabajos y de los que te sientas realmente orgulloso. Claro, las restricciones aplican, estos deben ser recientes, no superando los dos años.

No incluyas toda tu hoja de vida, titulaciones, skills, bio, entre otros más. Para eso usa plataformas más adecuadas para esto como LinkedIn.

Este punto lo vamos a profundizar más adelante.

Storytelling. Cuenta historias no dictes discursos

En el marketing está comprobado de que una historia conecta más que el simple discurso de siempre.

En tu descripción, presentación o lo que sea, muestra ya sea por medio de contenidos audiovisuales o fotos y algo de texto a modo de tweet una historia de como eres cuando trabajas, como son tus procesos y acabados.

Obviamente, haremos esto a grandes rasgos ya que como dije líneas arriba, la brevedad es dinero.

No es necesario que inventes una historia, sólo sé original y presenta tu forma de ser como si de una historia se tratase. Si tienes tiempo, disposición y facilidad de hacer un vídeo reel de 1 min de tus procesos, deberías estar haciéndolo en vez de estar leyendo esto. (Mentiras, termina de leer el artículo y luego haces tu vídeo).

«Codo». Se breve pero no tacaño con las palabras

Si bien la brevedad nos ayuda mucho, hacer uso de los recursos visuales y demás nos da un plus increíble en ese aspecto, pero el texto siempre debe existir, no hay que ser tacaño con las palabras que sí deben ir en nuestros portafolios.

Las imágenes dicen más que mi palabras pero no lo dicen todo, guardan secretos y es trabajo del texto revelarlos.

Un posible cliente quiere saber el problema de los clientes que has tenido y la solución que aportaste para saber si puedes o no solucionar sus problemas.

Por lo tanto, es fundamental incluir en cada proyecto una descripción breve pero concisa del problema y solución; esto pondrá en contexto a nuestro cliente y evitas que te agarre en curva con alguna pregunta o comentario de que no entiende lo que le muestras.

Clasifica. Un sólo portafolio no es suficiente

Aquí retomamos el primer punto sobre la brevedad. Nuestros futuros clientes no tienen tiempo de ver los mil y un desvelos de tu portafolio.

Si te contactan para un servicio en específico, presenta tu portafolio que esté relacionado a ese servicio. Solamente ese.

Para el ejemplo, supongamos que yo hago diseño de branding, hago fotografía y también hago web. ¿Ok? Viene un cliente y quiere que le haga una sesión de fotos para fines institucionales. El cliente quiere ver mis fotos, por lo tanto debo llevar mi portafolio fotográfico. Si llevo mis demás portafolios y se los ofrezco, los verá por educación pero no porque realmente le interese.

El cliente quiere una solución, ni más, ni menos y eso hay que darle. Si al finalizar el proyecto el cliente se siente cómodo con nosotros empezará a contactar más seguido porque confía en nuestro trabajo.

Cuando el cliente empieza a tener otras necesidades contactará contigo para saber si puedes ayudarlo ya que solucionaste satisfactoriamente su anterior problema, y es aquí cuando puedes y debes enviar el resto de tus portafolios en base a su nueva necesidad.

De esta forma creas una fidelización de tu cliente contigo y tu trabajo. Por lo tanto, clasifica tus proyectos.

Si trabajas offline, puedes imprimir un portafolio por cada área en que quieres trabajar, en mi ejemplo sería un portafolio de branding, uno de fotografía y uno de web. Aunque este último puede ir con el de branding.

Si trabajas online, puedes usar plataformas como Behance donde puedes crear “colecciones”, una por cada tipo de trabajo cual portafolio impreso. Si manejas tus trabajos en tu web, lo más seguro es que uses WordPress o (si tienes buen presupuesto) Squarespace, crea diferentes categorías o sub páginas donde vayas anidando los proyectos de la misma forma que en los casos anteriores.

Conclusiones

Para ir concluyendo, todo se resume en brevedad, orden y en no querer comerse el pastel de un sólo bocado.

Aunque estos consejos mejorarán considerablemente tu portafolio y presentación haciendo verte más profesional, al final, la calidad de tus trabajos y la presentación de tu portafolio (y de tu persona) es lo que hará que tu futuro cliente te contrate o no.

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