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Ghost in the Shell 2017 [review]

Ghost in the Shell es de las pocas adaptaciones de anime a live action que me han hecho ilusión. No hablaré sobre la historia, si ésta fue fiel o no, que si Scarlett Johansson no era la indicada, etc. Me centraré en los aspectos más estéticos como el diseño, fotografía, el vestuario, entre otros.

Aclaro, no hay spoilers dado a que no hablaré sobre la trama ni nada de eso. Pueden leer tranquilos.

Es curioso, porque durante años este anime lo había tenido guardado en la lista de los que vería en algún momento. Fue hasta hace unas semanas que empecé a notar la bulla y decidí verlo. La película original de anime ha pasado a ser de mis favoritas no sólo del género cyberpunk. Por lo cual en lo personal, me ha gustado mucho este remake y lo recomiendo.

Diseño de personajes y vestuario.

Ghost in the Shell (La vigilante del futuro aquí en latam o El alma de la máquina en España), generó bastante revuelo en torno a sus personajes. ¿La razón? Porque escogieron a Johansson para el papel de Kusannagi y no a una actriz asiática.

Pero bien, el diseño de los personajes ha sido muy nítido, realmente se empeñaron en hacerlos. Los acabados son muy realistas y no genera esa sensación irreal incluso sabiendo que (por el momento) lo es. Los personajes en general son muy naturales incluso en las escenas donde mueren o son destruidos.

El diseño de los personajes es bastante fiel a los personajes originales en la mayoría de los protagonistas. Aunque algunos tienen cierto grado de empatía mayor que su versión original. El vestuario por su parte, tiene un acabado de primera clase con un estilo meramente de la cultura tradicional japonesa. Aunque incluye mucha ropa moderna también.

En esta escena puede verse claramente la mezcla de vestuario tradicional y moderno.

Como es de suponer, las prendas tradicionales tienen un acabado muy elegante con colores sobrios y diseños de texturas y patrones que hacen juego. También, el vestuario es bastante cómodo ya que no cuenta con demasiados elementos que puedan estorbar el movimiento.

Sets y escenografía.

En lo que respecta al diseño de los escenarios donde se desarrolla la acción, muy nítidos con un estilo realmente futurista. El director Rupert Sanders supo interpretar la obra original de Masume Shirow y Mamoru Oshii imprimiendo a su vez su propio estilo.

La ciudad nos muestra esa estética del género cyberpunk pero totalmente aterrizada a nuestra realidad. El diseño de la ciudad de la película de 1995 dista un poco al de esta adaptación. Ésta cuenta con los típicos rascacielos, hologramas gigantes, saturación de publicidad, hacinamiento de la población, luces neón, entre otros elementos. Como una versión crecida de como se vive hoy en algunos lugares.

Aunque la ciudad de Ghost in the Shell de 1995 y de la de este 2017 son un tanto diferentes, ambas cuentan con algo en común, el triste destino hacia el que nos dirigimos hoy en día. A mi forma de verlo, la ciudad donde se desarrolla este filme es una versión crecida y aumentada de como vivimos en la actualidad, viéndose un poco menos intensa que la ciudad de la obra original pero sí más realista y casi que a la vuelta de la esquina.

Colorización y fotografía.

Los colores son vibrantes, intensos y los juegos de luz son realmente buenos, dando una estética realmente genial. Algo que no me gustó tanto quizás es la falta de «suciedad» que se nota en el medio ambiente de la película de 1995. En esta adaptación, la ciudad se ve con niveles de contaminación poco menores a los que se pueden apreciar en los filmes originales.

Los ángulos de cámara, encuadres y movimientos de cámara están muy bien realizados. Logran generar esa empatía con los personajes haciendo que uno conecte con ellos. Al combinar los acabados de luz y los ángulos de las cámaras nos dan como resultado una correcta combinación de seguimiento de la acción sin llegar a marearnos.

La colorización de la película nos da un correcto balance de emociones. Muy luminoso y colorido en las situaciones de mayor acción como un ambiente más frío en los momentos de introspección.

Escena entre Kuze y Motoko Kisanagi.

Detalles y efectos especiales.

Como ya mencioné, los detalles lo son todo en este filme sin mencionar los efectos especiales. El detalle de los personajes en las escenas estáticas como a mitad de la acción son realmente buenos. Retomando algo del punto anterior, los juegos de luz potencian realmente los detalles.

Esta adaptación de Ghost in the Sell cuenta con una serie de efectos especiales realmente bien trabajados. Alcanzando cierto nivel de realismo que uno puede hasta imaginar que eso podría hacerse realidad un día. A parte de ser un live action hay claras diferencias entre Ghost in the Shell de 1995 y la de este año.

Los avances tecnológicos son enormes, algo que supieron aprovechar para este remake. Aunque me gustaría profundizar más en algunos puntos a nivel estético y visual, no puedo ya que podría arruinarles (spoilers) la película si no la han visto aún.

Ghost in the Shell sin duda tiene mucho para hablar entre los fans de este anime como los que recién lo descubrieron. Actualmente tenemos una convocatoria de ilustración basados en este anime en la que puedes participar, es gratuita y abierta a todos.